La flexibilización laboral, legislada en el 2002 pero con aplicación inicial desde 2003, venía manifestándose efectivamente y eso se traduce en los cambios en la estructura de las posiciones ocupacionales. La prolongación de la crisis, señalada en esta investigación, con sus efectos sobre los jóvenes, se materializa en los cambios observados en esta.
Según el Dane, en 1997 los empleos salariados explicaban el 63.8% del total del empleo juvenil, porcentaje muy superior al del empleo en el 2003. Es decir, a la caída del empleo juvenil ya reseñada, se le sumó el reemplazo de empleo salariados por categorías ocupacionales con menores manifestaciones de responsabilidad patronal, como son las no salariadas.
Así es que al 2003 un alto porcentaje de los jóvenes trabajadores (26%) lo son como Cuenta Propia. Esta iniciativa de autoempleo, que es considerada por los analistas laborales como típicamente informal ocupa a 734.851 jóvenes, de los cuales 9.538 son Profesionales Independientes, condición esta que le quita el calificativo de informal. De igual forma, llama la atención que el Trabajador Familiar sin remuneración, aparece en el 2003 con el 5.7% del empleo juvenil mientras en 1997 no registra con ocupados.
Es interesante igualmente destacar que un poco más de 48.000 jóvenes son empresarios, Condición esta que debe atraer la atención de programas económicos con los cuales se posibilite su afianzamiento o multiplicación de estos promotores de empleo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario